El almacenamiento de muebles y enseres domésticos es una buena opción a la hora de realizar una mudanza o una reforma. Normalmente, el artículo más voluminoso es el sofá. Hay algunas medidas que deben tomarse al almacenar los sofás para garantizar su protección. Tenga en cuenta estos 3 sencillos consejos para el almacenamiento de sofás.
Limpiar antes de guardar
Antes de guardar los muebles, debe limpiarlos a fondo para evitar que se deterioren. Lo mismo ocurre con los sofás. La mejor opción sería llevar el sofá a un profesional para que lo limpie, pero esto puede resultar caro. Puede conseguir el mismo resultado usted mismo con guantes de goma, buenos productos de limpieza y un poco de esfuerzo.
También podría interesarte: La importancia de ordenar la mente y el espacio
En el caso de los sofás de tela, comprueba la etiqueta del tejido. Te dirá de qué tejido es el sofá para que puedas limpiarlo con los productos adecuados. La mayoría de los sofás de tela se pueden limpiar con detergentes a base de agua o en seco con bastante facilidad.
Los sofás de cuero, sin embargo, se pueden pulir con un paño de microfibra y un abrillantador para cuero que se puede comprar en la mayoría de los supermercados. También puedes utilizar un método natural para limpiar el cuero con vinagre blanco o aceite de oliva.
Lo más importante es que te asegures de que tu sofá esté completamente seco después de limpiarlo y guardarlo. La humedad provoca la aparición de moho, que arruinará tu sofá.
Transporte y almacenamiento de los sofás
Una vez limpio, cubre tu sofá para protegerlo de rozaduras, marcas y polvo. Si es posible, desmonta el sofá retirando los cojines y las patas para facilitar su transporte y almacenamiento.
Para los pies, considera la posibilidad de cubrirlos con papel de burbujas. Si son desmontables, una vez envueltos en plástico de burbujas colócalos en una bolsa. Coloca la bolsa en el interior del sofá para poder encontrarlos fácilmente cuando tengas que volver a colocarlos. Los cojines se pueden envolver en plástico o en tela. Para el almacenamiento a corto plazo, las bolsas de plástico están bien para guardar los cojines. Las fundas de plástico se pueden usar para cubrir el sofá.
Para el almacenamiento a largo plazo se recomiendan las fundas de tela o los cojines acolchados, ya que permiten que el aire circule y evitan la formación de moho.
Tu unidad de almacenamiento
Asegúrate de que tu unidad es lo suficientemente grande. Ten en cuenta la longitud, la anchura y la altura de su sofá, y asegúrate de que la bodega disponga de espacio suficiente.
Recuerda tener cuidado de no sobrecargar tu unidad de almacenamiento: puede dañar fácilmente tus muebles si los amontonas demasiado. Si intentas meter más y más objetos corres el riesgo de volcarlos, doblar las piezas y causar otros daños.
También podría interesarte: Consejos para aprovechar al máximo tu espacio mientras trabajas desde casa
La mayoría de las instalaciones de almacenamiento tienen un control de plagas adecuado, pero aun así es aconsejable tomar algunas precauciones contra los insectos asegúrate de no dejar nada perecedero en la unidad de almacenamiento que pueda atraer insectos o bichos, limpia cuidadosamente los derrames de alimentos y bebidas de los muebles (y cualquier otra cosa) que pongas en el espacio de almacenamiento.
No siempre es ideal poner un sofá de lado si va a estar allí mucho tiempo, ya que puede deformar la estructura del sofá. También es aconsejable no apilar objetos grandes o pesados sobre el sofá. Asegúrate de que haya espacio entre los objetos para que no se inclinen y puedan dañar el sofá. Esto también mejorará el flujo de aire en tu unidad, reduciendo el riesgo de formación de moho.
Garantizar que tus muebles se mantengan en perfecto estado puede requerir algo de trabajo, pero también mantendrá tu sofá favorito limpio y protegido hasta que puedas volver a necesitarlo. Contáctanos en Renta Espacio podemos ayudar.
También puedes recibir asesoría vía whatsapp sin costo:
Jennifer Triana
Cristina Cante