Un embalaje responsable es sólo el primer paso en añadir seguridad para tus mudanzas. Si has acolchado bien todos tus objetos frágiles, has llenado las cajas (sin que pesen demasiado, lo recomendado son cajas con un peso de hasta 25 kg) y haz organizado la carga con cuidado para que se cargue y descargue sin problemas, debes también asegurarte de manipular tus pertenencias de forma segura.
Nadie quiere tener que ir a urgencias el día de la mudanza. En el mejor de los casos, es un inconveniente. En el peor de los casos, puede tener graves consecuencias para tu calidad de vida.
Prepara tu camino
En primer lugar, debes asegurarte de estar preparado. Eso empieza por tener un botiquín de primeros auxilios a mano durante todo el periodo de la mudanza, y no enterrado en el fondo de una de las cinco cajas etiquetadas como «varios». Deberás poder tratar inmediatamente cualquier rasguño o corte menor.
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A continuación, tendrás que asegurar el camino físico desde tu casa hasta el vehículo que te espera. Asegúrate de que todos los peligros de tropiezo están despejados.
Levantar con las piernas
Una vez que estés listo para empezar la mudanza, asegúrate de estirar bien.
A la hora de levantar e izar, ten cuidado con la forma de coger cajas y objetos pesados. Si tienes que recoger algo del suelo, mantén la espalda recta, no encorvada, y dobla las rodillas, como si estuvieras agachado. A continuación, levántate recto, impulsado por las piernas. Así evitarás forzar la espalda al levantarte y te mantendrás en equilibrio.
Carga con cuidado y de forma inteligente
Cuando lleves objetos por un camino despejado, no te esfuerces demasiado. Lleva sólo lo que puedas manejar cómodamente y haz más viajes si es necesario. Camina despacio y mantén una línea de visión clara siempre que puedas, sujetando las cajas cerca de tu cuerpo.
Utiliza también herramientas que te ayuden en la medida de lo posible. Las carretillas de mano, los carros, los deslizadores y las correas se han inventado precisamente para este fin. Aprovéchalos siempre que puedas.
Comparte la carga
Afortunadamente, no te vas a mudar solo. Como mínimo, los muebles grandes y desmontados suelen requerir dos personas para cargarlos. Anímate y aconseja a tus ayudantes de mudanza para que se cuiden.
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Comunícate claramente cuando vayan a cargar algo juntos. Hablen de cómo esperan maniobrar la pieza y tomen descansos si alguno de los dos se cansa física o emocionalmente.
Cuando pases un objeto a otra persona, no lo sueltes hasta que estés seguro de que puede aceptar el peso. Pide confirmación verbal para asegurarte de que no se vaya a caer.
Hacer una mudanza por cuenta propia es difícil, es importante siempre buscar acciones que agreguen seguridad para tus mudanzas, si quieres ahorrarte todo este proceso ponte en contacto con nosotros, somos expertos y contamos con la experiencia para encargarnos de todo tu proceso de mudanza. Contáctanos para mayor información.
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