Mudarse puede ser un evento importante para tu gato. Estos animales son territoriales y suelen ser sensibles a los cambios. Aquí te presentamos algunos consejos prácticos para facilitar una mudanza con gatos tranquila y segura.
Prepara un espacio seguro
Antes de la mudanza, crea un espacio en tu hogar actual donde tu gato pueda sentirse seguro mientras empacas. Usa una habitación con sus objetos familiares: cama, rascador, juguetes y caja de arena. Esto reducirá su estrés mientras el resto de la casa se llena de cajas y movimiento.
Mantén la calma durante el traslado
El día de la mudanza, coloca a tu gato en un guacal o transportador cómodo con una manta que tenga su olor. Asegúrate de que esté bien ventilado y no dejes que el guacal o transportador quede expuesto al calor o al frío extremos. Durante el trayecto, habla suavemente con tu gato para tranquilizarlo.
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Adapta tu nuevo hogar para ellos
Antes de llevar a tu gato al nuevo hogar, asegúrate de que esté completamente cerrado y seguro, sin huecos peligrosos o ventanas abiertas por donde pueda escapar. Inicialmente, asigna una habitación como «zona segura». Incluye sus objetos familiares para que se sienta cómodo y se adapte poco a poco al nuevo entorno.
Dale tiempo para explorar
Los gatos necesitan tiempo para adaptarse. Déjalo salir de la «zona segura» gradualmente y siempre bajo supervisión. Recuerda mantener un horario regular de alimentación y atención para que se sienta más seguro en su nueva rutina.
Consulta a un veterinario si es necesario
Si tu gato es particularmente nervioso, consulta al veterinario sobre productos como feromonas sintéticas o medicamentos temporales para reducir su ansiedad.
Con paciencia y amor, tu gato pronto se sentirá en casa en su nuevo espacio. ¡Buena suerte en tu mudanza!