Los televisores pueden ser algunos de los artículos más difíciles de almacenar a largo plazo. Los modelos actuales como el LCD y LED más recientes son anchos y delgados y puede resultar difícil empaquetarlos en una caja estándar. Además, el frágil cristal se raya con facilidad y los componentes electrónicos interiores pueden dañarse con la humedad y las temperaturas extremas. A continuación te enseñamos como almacenar un televisor:
Reglas para almacenar un televisor correctamente:
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- Limpia el televisor. Utiliza un plumero de aire comprimido para eliminar el polvo de las ranuras del televisor. A continuación, utiliza un limpiador y un paño suave de microfibra o algodón para limpiar el televisor. Aplica siempre el limpiador primero sobre el paño, no directamente sobre el televisor.
- Retira los cables y el soporte del televisor (en caso de que lo tengas). Límpialos de la misma manera que has limpiado el televisor. Guarda el soporte, los cables, el control, el manual de instrucciones y cualquier otra pieza en una caja etiquetada, separada del televisor.
- Si es posible, guarda el televisor en la caja original.
- Nunca guardes el televisor boca arriba o sobre la pantalla; colócalo siempre en posición vertical. Guardarlo boca arriba puede dañar gravemente sus componentes internos.
Cómo preparar tu televisor para el almacenamiento
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Una limpieza a fondo, sobre todo para eliminar el polvo, es fundamental para preparar el televisor para un almacenamiento prolongado.
El polvo puede ser perjudicial en el interior de los conductos de ventilación de su televisor, ya que puede estropear los componentes electrónicos interiores. Durante el proceso de traslado, a menudo se produce fricción, y el polvo atrapado entre el material y la pantalla puede provocar pequeños arañazos que disminuyan la calidad de la pantalla.
Para limpiar tu televisor, asegúrate de utilizar un plumero de aire comprimido (normalmente utilizado para teclados de ordenador) y un paño suave para el polvo.
Embalar un televisor para guardarlo
Lo ideal es que aún conserves la caja original del televisor, junto con su embalaje, incluidas las fundas protectoras y los insertos de espuma de poliestireno. Si ya no tienes la caja, una solución económica para proteger la pantalla es utilizar un edredón grueso o una manta y, a continuación, utilizar una cuerda elástica o una cuerda para sujetarlo sin hacerle presión a la pantalla, ya que se puede reventar internamente.
Sin embargo, asegúrate de evitar una manta con partes duras, como botones o cremalleras, ya que podrían dañar la pantalla. Una opción más cara para proteger la pantalla es una funda antipolvo de alta resistencia del tamaño adecuado para tu televisor.
A continuación, introduce el televisor en la caja de cartón. Considera la posibilidad de utilizar protección adicional, como espuma de poliestireno o plástico de burbujas o espuma.
Almacenamiento adecuado del televisor
Como ya hemos dicho, el televisor debe guardarse siempre en posición vertical. Evita guardarlo boca arriba o sobre la pantalla. En el propio mueble de almacenamiento, asegúrate de que el televisor tenga su propio espacio, aparte de otros objetos. No coloques objetos encima del televisor, ya que ejercería presión sobre él.
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