¿Es mejor alquilar que comprar una casa? Hay un sinfín de opiniones que intentan influir en tu decisión, por lo que la pregunta puede resultar confusa y francamente desalentadora.
Sí, ser propietario de una vivienda es uno de los muchos caminos para crear riqueza, pero no siempre es el mejor para las circunstancias individuales de todo el mundo.
A la hora de considerar si te conviene más alquilar o comprar, tendrás que sopesar factores importantes como los costes mensuales de la vivienda, el tiempo que piensas permanecer en ella y las condiciones específicas del mercado inmobiliario de tu zona. El lugar en el que vive, tus ingresos, tu estilo de vida, tus ahorros, la configuración de tu hogar y muchos otros factores personales entran en juego.
Por eso, en lugar de decirte lo que tienes que hacer, hemos analizado los datos para ofrecerte información sobre cuándo es mejor alquilar o comprar tu propia casa:
Ventajas del alquiler: Flexibilidad, contratos de alquiler a corto plazo y menor mantenimiento
Tu mercado podría apoyar el alquiler más que la compra si los precios de la vivienda son simplemente demasiado caros en tu zona. Como inquilino, te libras de los costes adicionales en los que siempre incurren los propietarios, como el seguro y los impuestos sobre la propiedad. Además, hay que tener en cuenta los costes de mantenimiento y conservación.
Cuando alquilas, sólo estás obligado a cumplir los términos de lo que puede ser un contrato de 12 meses. Eso te da una gran flexibilidad de estilo de vida, en comparación con lo que puede ser una hipoteca de 30 años. Si estás saliendo con alguien, por ejemplo, y quieres estar en posición de mudarte más fácilmente si la relación se consolida, alquilar puede ser una mejor opción.
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Lo mismo si tienes hijos cuyo crecimiento y evolución en la escuela es un factor importante que requiere flexibilidad, o si estás en condiciones de cuidar a seres queridos que pueden estar enfermos con necesidades cambiantes de vivienda.
El alquiler también permite una mayor flexibilidad profesional: Si no eres dueño de tu casa, tienes más libertad para cambiar de trabajo o para viajar durante largos periodos de tiempo con menos restricciones. Y cuando se es propietario (especialmente si se está muy hipotecado) uno puede sentirse más comprometido con el trabajo y el salario que te permitió comprometerte con esa hipoteca para empezar.
Contras del alquiler: Costos fluctuantes, inestabilidad y actualizaciones limitadas de la vivienda
Por supuesto, también hay que tener en cuenta que tu mercado podría apoyar la compra más que el alquiler: tu renta podría invertirse fácilmente en una casa que puedas permitirte.
Ten en cuenta también que la otra cara de la moneda de tener toda esa flexibilidad en el estilo de vida es la posibilidad de tener la sensación de que tu estilo de vida es inestable. Si alquilas, puedes estar en una posición menos ventajosa desde el punto de vista financiero para cuidar de tus seres queridos que puedan necesitarte en el futuro.
Además, cuando alquilas tienes una flexibilidad limitada para hacer tuyo tu espacio; todas las decisiones sobre el diseño y las mejoras pasan por la aprobación del propietario.
Ventajas de la compra: Tranquilidad, costes estables, oportunidades de inversión
Comprar una casa también trae algunas ventajas frente a la renta, cuando compras una vivienda, también estás comprando una sensación de estabilidad, tanto en términos de estilo de vida como de bienestar emocional. Puedes echar raíces en un barrio y construir tu relación con la comunidad.
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Cuando eres dueño de tu propia casa, también tienes la posibilidad de alquilarla (como en el contexto de un Airbnb o un alquiler de vacaciones) si así lo deseas.
Tienes también la total libertad para vivir como quieras. Puedes tener mascotas, puedes cambiar los electrodomésticos, puedes renovar y mucho más sin que nadie te lo impida.
Y no olvides que al comprar estás pagando el capital de tu préstamo hipotecario a lo largo del tiempo.
Contras de la compra: Compromiso a largo plazo y responsabilidades de mantenimiento.
Algunas de las desventajas de comprar una casa es que te limita la flexibilidad de tu estilo de vida. Por ejemplo, puede que te veas comprometido con una casa que no se adapta a tu creciente familia. Y tienes menos flexibilidad para mudarte en función de las necesidades de tu familia.
También es menos flexible cuando se trata de fluctuaciones profesionales: La ansiedad por mantener el trabajo y el salario actual puede ser mayor cuando se es propietario.
Dependiendo de las características de tu mercado, tienes que quedarte mínimo un par de años o más o arriesgarte a que los impuestos sobre las ganancias de capital acaben con la mayor parte o la totalidad de tu beneficio potencial en la compra de una casa. Incluso podrías perder dinero con ello. Simplemente, no hay garantía de la rapidez con la que tu casa se revalorizará en valor.
Tanto si vas a alquilar o comprar una nueva casa o si se presentan retrasos en la entrega de la misma, en Renta Espacio podemos ayudarte para que tu transición de hogar sea exitosa, contáctanos para mayor información.
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